Vida Sana
Como la mayoría de los que hemos prestado servicio militar, tengo recuerdos que nunca desaparecen. En el 2007, lideré a un grupo de 800 paracaidistas en una incursión peligrosa en Afganistán. Ellos motivaron a un gran grupo de insurgentes a cambiar de bando, pero el costo fue alto: seis murieron en combate. Todavía pienso en ellos y en todos los sobrevivientes a diario; el amor que sientes por los que te protegieron en combate nunca desaparece.
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A medida que se acercaba el 15.º aniversario, quería visitar sus tumbas y decirles a sus familias que no los he olvidado. Pero conducir las 1,689 millas no me parecía correcto, y caminar me hubiese tomado demasiado tiempo. Me decidí por ir en bicicleta.
Ruta en bicicleta de Kolenda
1 Spalding, Nebraska: Soldado de primera Christopher Pfeifer, 21 años
2 Carroll, Iowa: Sargento Adrian Hike, 26 años
3 Elwood, Illinois: Especialista Jacob Lowell, 22 años
4 Hall, Indiana: Sargento de segunda clase William Ryan Fritsche, 23 años
5 Minersville, Pensilvania: Capitán David Boris, 30 años
6 Cementerio Nacional de Arlington, Virginia: Mayor Thomas Bostick, 37 años
Pero no viajaba solo por esos seis hombres. Algunos sobrevivientes podrían estar pasando por los días más peligrosos de su vida. Desde nuestro despliegue, nuestra unidad ha perdido más personas a causa del suicidio y el abuso de sustancias que a causa del fuego enemigo. El estrés postraumático, la crisis de la mediana edad y los sentimientos de vacío son una combinación potencialmente mortal. Esa es la razón por la que establecí una fundación para recaudar dinero y ayudar a los veteranos de nuestra unidad y a sus familias.
Nunca olvidaré haber subido una montaña en Minersville, Pensilvania, para visitar la tumba de Dave Boris. Dave era un capitán del Ejército y era como mi hermano. Mientras pedaleaba el empinado camino, imaginé que Dave iba a mi lado. Cuando finalmente llegué al cementerio en la cima de la montaña, vi al papá de Dave allí parado, y empecé a sollozar. Su padre me dio un gran abrazo. En ese momento, entendí que nunca me había dado el espacio para sufrir la muerte de Dave, y me di cuenta de cómo a veces tienes que abrir heridas viejas para que puedan sanar.