Vida Sana
Empiezas a correr más deprisa para seguir el ritmo de tu perro cuando de repente te sobreviene el dolor. Sientes una sensación de pesadez u opresión en el pecho. Cuando a esto se añade dificultad para respirar, náuseas o dolor en el brazo o la mandíbula, empiezas a preguntarte: ¿estoy sufriendo un ataque cardíaco?
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Es posible, y si tienes dudas, debes llamar al 911 o pedirle a alguien que te lleve a la sala de emergencias. Pero si te sientas, te relajas y los síntomas disminuyen en pocos minutos, es posible que simplemente estés experimentando angina de pecho, dice el Dr. Alon Gitig, profesor adjunto de Medicina en la Facultad de Medicina Icahn en Mount Sinai y director de cardiología de Mount Sinai Doctors-Westchester.
Según explica Gitig, a diferencia de un ataque cardíaco, la angina de pecho no representa una crisis médica inminente, pero definitivamente puede aumentar la probabilidad de que sufras una. La angina de pecho, por definición, se refiere un dolor o una molestia en el pecho causados por la reducción del flujo sanguíneo al corazón. Si bien a nadie le gusta sentirse incómodo, lo que realmente debe preocuparte es la raíz del problema, que suele ser una enfermedad cardíaca o, más específicamente, una enfermedad coronaria.
La enfermedad coronaria es cuando los vasos sanguíneos que conducen al corazón tienen un exceso de placa (depósitos grasos compuestos de colesterol y otras sustancias). Esta acumulación causa el estrechamiento de los vasos sanguíneos, lo cual deja pasar solo una cantidad limitada de sangre. Esto puede no ser perceptible la mayoría de las veces, pero cuando haces un esfuerzo físico o te estresas mentalmente, tu corazón intenta bombear más sangre rápidamente. Cuando la demanda supera lo que tus arterias estrechadas pueden soportar, tu corazón no es capaz de recibir el oxígeno que necesita y se manifiesta la angina de pecho.
Aunque el dolor o la molestia suelen disiparse rápidamente una vez que te relajas, el problema subyacente no desaparece. Un trozo de placa podría desprenderse, formar un coágulo y provocar un ataque cardíaco al bloquear por completo el flujo sanguíneo al órgano.
Signos sorprendentes de la angina de pecho
La mayoría de las personas con angina de pecho solo sienten dolor cuando realizan una actividad física o se estresan, pero algunas padecen angina de pecho “atípica” que no sigue el patrón clásico. Las mujeres, los diabéticos y los adultos mayores de 65 años son más propensos a pertenecer a este grupo atípico, dice Gitig.
En el caso de ciertas personas con angina atípica, un ataque puede asemejarse más a la acidez estomacal, explica. “O puede ser atípico en el sentido de que el dolor sucede en reposo, no solo al subir escaleras o palear nieve”, explica. En otras personas el cansancio, y no la angina de pecho, es el síntoma más crítico de la enfermedad coronaria subyacente, y sin embargo también puede ser confuso, ya que la fatiga es un signo de una gran variedad de problemas.
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