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El interior de tu cuerpo

Del estómago al hígado y los intestinos, los principales órganos que te mantienen con vida por fin tienen la palabra.


spinner image Ilustración de un hombre al que le hacen una radiografía para ver su interior
ILUSTRACIONES DE SERGE SEIDLITZ

Siempre es desconcertante cuando fallece alguien que conoces. Sí, sentimos el dolor. Sin embargo, cuando alguien fallece de forma prematura, también es natural buscar claves sobre nuestra propia salud. ¿Cuál fue la causa de su muerte? ¿Tenía mucho sobrepeso, había fumado toda la vida? ¿Era prácticamente... como yo?

Así que puedes imaginar mi sorpresa al enterarme de que un hombre al que conocía desde la escuela primaria había muerto a causa de una enfermedad hepática. Yo no le había prestado mucha atención al hígado; dados mis antecedentes familiares, siempre me he preocupado más por el corazón y el cerebro. Pero ¿y si he estado ignorando los órganos que no debía? ¿Con qué frecuencia tengo en cuenta el hígado o, incluso, la vesícula biliar, los pulmones, los intestinos o el estómago?

Quizá la muerte de mi amigo fue una señal de alerta sobre mi propia salud. Tenía que tomarme en serio el resto de los órganos. ¿Qué podía hacer para prolongar su vida y, al mismo tiempo, la mía? Me propuse entablar estas difíciles conversaciones. Fue como la película Fantastic Voyage, pero con un aire a My Dinner With André. Esto es lo que aprendí.

El hígado

spinner image Ilustración de un hombre que bucea dentro del cuerpo humano y se encuentra con el hígado sentado en un escritorio

La recepción del organismo

Hígado: ¿En qué puedo ayudarte?

Yo: Oh, lo siento, solo estaba...

H: ¡Alto ahí! Nadie tiene acceso al interior del cuerpo sin pasar por mí. Ni alimentos, ni alcohol, ni medicamentos, nadie. [Me mira de arriba abajo]. Bueno, no pareces ser muy tóxico.

¿Eres el guardián aquí?

H: [Pone los ojos en blanco]. Sí, me encargo de la recepción mientras desempeño más de 500 tareas diferentes. Elimino las toxinas de la sangre, produzco bilis para digerir la grasa, almaceno azúcar para obtener energía, convierto la glucosa excedente en glucógeno y produzco proteínas para el plasma. Sin embargo, el cerebro se lleva todo el mérito. Parte del cerebro de Einstein se encuentra en un museo. ¿Pero su hígado? No. Ahora bien, te garantizo que sin el hígado, que le proporcionaba glucosa al cerebro, Einstein no habría podido imaginar la teoría de la relatividad.

¿Cómo puedo ayudar, aparte de consumir menos alcohol?

H: Bueno, intenta no beber como si fueras un poeta de la generación “Beat” de los años 50. Pero ese bistec con queso tampoco me favorece en absoluto. Para cuidar mi salud, tienes que vigilar el peso y el colesterol. Pide al médico que te haga la prueba de la hepatitis C aunque no tengas síntomas. Consume alimentos con alto contenido de fibra, como cereales integrales, frutas y verduras. Haz ejercicio.

De acuerdo. Así que, básicamente, no te gusta nada divertido.

H: Quizá, si tuviera un día libre. A ver, puedes comerte ese bistec con queso de vez en cuando, pero no lo conviertas en algo habitual. Bebe unos cuantos cócteles durante la semana, pero procura no tomarlos todos a la vez. Imagina que el organismo es un hotel de lujo y que nadie puede subir sin que yo verifique sus credenciales. Lo único que te pido es que no invites a todos tus amigos más revoltosos en la misma noche. No tengo tantas manos.

Técnicamente no tienes manos.

H: Oye, eres tú quien conversa con un órgano antropomórfico.

¿Cómo podemos saber si estás sobrecargado? ¿Esa es la causa de las manchas de la edad?

H: No, eso es un mito. En realidad, esas manchas son solo imperfecciones de la piel causadas por el daño solar. ¡Nada que ver conmigo! Si quieres detectar síntomas de cirrosis o hígado graso, presta atención a signos como hinchazón de piernas y tobillos, ictericia, dolor abdominal, fatiga intensa, orina oscura o aliento rancio.

¿Aliento rancio?

H: Sí. Si tienes una buena higiene bucal, pero tu aliento sigue oliendo a huevos podridos y a ajo, significa que no estoy bien. Y no siempre será tan obvio, sobre todo al principio de la enfermedad hepática. No es mala idea hacerte una prueba de la función hepática como parte del panel metabólico anual. No esperes a que yo empiece a repiquetear en la caja torácica en señal de protesta para saber si algo anda mal.

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Los pulmones

spinner image Ilustración de unos pulmones en un gimnasio haciendo ejercicios

Los órganos más activos

Yo: Hola. Me pregunto si podría...

Pulmón derecho: No hay tiempo para hablar. Estoy muy ocupado. ¡Respiramos 17,000 veces por día! ¡Seis millones de respiraciones al año! Espera, se avecina una tos. [La sala retumba como si hubiera un terremoto].

¡Caramba! ¿Estoy enfermo?

Pulmón izquierdo: No, es perfectamente normal toser de vez en cuando durante el día, a menos que seas fumador. Fumar sigue siendo la causa principal de muerte evitable en el país. Y ni hablar de los cigarrillos electrónicos. Además, hay otras amenazas que incluyen la contaminación atmosférica, el humo de segunda mano y el radón. Tu mejor defensa es un buen ataque.

¿Qué significa eso?

PD: ¡Respira! Cualquier actividad que nos llene de oxígeno nos ayudará a mantenernos sanos. Da un paseo a ritmo ligero. Canta con la radio. Infla un globo. O simplemente ríe. La risa elimina todo el aire viciado para que podamos inhalar más oxígeno puro. ¿Quieres oír un chiste? ¿Sabes lo que hizo el ladrón de pulmones? [Pausa dramática]. ¡Me dejó sin aliento!

PI: Lo siento, tenemos que seguir trabajando. [Susurra al pulmón derecho]. Lo hablaremos más tarde.

La vesícula biliar

spinner image Ilustración de una vesícula en el medio del desierto

El emulsionante de grasas

Yo: Disculpa.

Vesícula biliar: [Sin mirar hacia arriba]. El hígado está arriba. Los intestinos están en el piso de abajo.

No, quiero hablar contigo.

VB: ¿Conmigo? ¿En serio? Vaya. No estoy acostumbrada a que me presten mucha atención. Casi nadie recuerda que existo hasta que llegan las fiestas y consumen demasiado puré de papas con mantequilla que preparó la abuela, les empieza a palpitar la parte superior derecha del abdomen y acaban en la sala de emergencia.

¿Ocurre muy seguido?

VB: Cada Día de Acción de Gracias y cada Navidad, como un reloj. Consumen su peso corporal en grasas saturadas y carbohidratos refinados y piensan: Estoy seguro de que alguno de mis órganos vitales se encargará de descomponer toda esta grasa.

¿No es ese tu trabajo?

VB: Técnicamente, sí. Y casi siempre puedo encargarme de lo que venga. Pero a veces se empiezan a acumular cosas —sobre todo colesterol— y como mi ácido biliar no puede con todo, se solidifica y se convierte en cálculos. Uno de ellos se aloja en mi conducto, y todo retrocede a un ritmo vertiginoso.

Parece que no podríamos consumir alimentos grasos sin ti.

VB: Bueno... soy una parte importante de este proceso, pero no sé si me consideraría indispensable. En Estados Unidos se extirpan alrededor de 300,000 vesículas cada año. La bilis pasa directamente del hígado al intestino delgado.

Vaya.

VB: Oye, ni se te ocurra. ¿Sabías que las personas que padecen cáncer de páncreas tienen seis veces más probabilidades de haber tenido cálculos biliares el año anterior al diagnóstico? Además, me gusta divertirme. ¡Me encanta el vino! Dos vasos al día pueden reducir mis probabilidades de tener cálculos biliares. Lo mismo ocurre con el café: beber más de seis tazas al día se vincula a un riesgo un 23% menor. ¿Quieres café ahora?

No, gracias, yo...

VB: ¿Qué tal un poco de grasa saludable, como nueces o aceitunas? Al menos 10 gramos de grasa por comida me ayudan a vaciar la bilis.

Me parece estupendo. [Retrocede lentamente]. ¡Nos vemos!

Los riñones y la vejiga

spinner image Ilustración de una vejiga y los riñones que le señalan la salida a un buzo que explora el interior del cuerpo humano

La vía de salida

Riñones: No puedes hablar en serio. ¿Ocurre otra vez?

Vejiga: No sé por qué crees que regañarme por eso va a servir de algo.

Yo: ¿Todo bien?

R: La Sra. Vejiga se ha vuelto tímida, de pronto.

V: Oye, la paruresis (o síndrome de la “vejiga tímida”) es algo real. Y no es culpa mía. Yo no tengo ansiedad, sino el cerebro.

¿En qué medida aguantarse las ganas de orinar es perjudicial para la salud? No puede ser tan malo.

R: Quizá no, si es por poco tiempo. Pero retener la orina durante demasiado tiempo puede sobrecargar y debilitar la vejiga o producir una infección de las vías urinarias. También puede causar algo realmente grave, como hacernos hinchar y tal vez infectarnos, y luego todas esas bacterias pueden filtrarse al torrente sanguíneo.

Pero podría ser peor, ¿no? Podrías perder orina. ¿No es una parte normal del envejecimiento?

R: ¿Mojarse los pantalones? ¿Crees que todas las personas de más de 50 años se mojan los pantalones?

No, quise decir...

V: La incontinencia es algo común. Entre la cuarta y la tercera parte de la población del país tiene al menos una incontinencia urinaria leve. Pero hay medidas que puedes tomar para controlarla, o al menos atenuarla. Hazte examinar la próstata, haz ejercicios del suelo pélvico, adelgaza y deja de fumar, e investiga posibles causas, como la diabetes y las infecciones urinarias.

R: Cuando tengamos un problema, lo sabrás. Hace unos años tuvimos cálculos renales, y el cerebro pensó que íbamos a morir.

Los cálculos renales están compuestos principalmente de calcio, ¿verdad?

R: Sí, pero eso no significa que haya que evitar consumir alimentos con alto contenido de calcio. Los cálculos pueden ser consecuencia de varios factores, como consumir demasiada sal y proteínas animales, sobre todo mucha carne roja. También puede intervenir el estrés.

Algo más que pueda…

R y V: ¡Bebe más agua!

¿Eso es todo?

V: Sí. Por favor. Las mujeres deben ingerir al menos 11.5 vasos [92 onzas] de agua y otros líquidos al día, y los hombres deben ingerir unos 15.5 vasos [124 onzas], aunque puedes obtener gran parte de ese líquido de la fruta y la verdura, además de las bebidas.

¿Y si beber mucho me hace orinar por la noche?

R: Orinar más de una vez por noche se llama nicturia. Las causas pueden ser diversas, desde el agrandamiento de la próstata hasta cambios hormonales y trastornos del sueño, y en algunos casos puede ser incluso un signo de insuficiencia cardíaca. Si bebes menos por la noche, pero sigues despertándote con ganas de orinar, debes decírselo al médico.

V: Hablando de orinar... amigos, tengo grandes noticias. ¡El dique está a punto de estallar!

El estómago

spinner image Ilustración de un estómago en una cocina preparando un batido

La licuadora del abdomen

Yo: Hola. ¿Podrías responder unas preguntas?

Estómago: ¡Ya era hora! No podrías creer los rumores que circulan sobre mí. ¡Las úlceras se producen por la comida picante! No debes nadar durante al menos media hora después de comer, ¡o tendrás cólicos y te ahogarás!

Espera, ¿nada de eso es verdad?

E: ¡Para nada! Lo de la natación es un mito que se remonta al menos al manual de los Boy Scouts de 1908. En cuanto a las úlceras, suelen producirse por un tipo de bacteria. Evita los alimentos contaminados y el agua sucia, y no tendremos problemas. Y los antiinflamatorios no esteroides, como la aspirina, el ibuprofeno y el naproxeno, no me caen bien si los tomas en exceso. Pero no es como si me provocaran cáncer, o algo así.

¿Sigue existiendo el cáncer de estómago?

E: Bueno, existe. Pero ya no es tan temible como hace un siglo. En la década de 1930, era la causa principal de muerte por cáncer. Pero eso era antes de que todos tuviéramos un refrigerador, cuando los embutidos con alto contenido de nitritos formaban parte de todas las dietas. Ahora se consume más fruta y verdura fresca, lo cual es bueno para todos los órganos, pero especialmente para mí.

¿Puedes morir por comer en exceso, como el hombre que explota en la película de Monty Python?

E: Bueno, en primer lugar, eso sucede en una película. Explotar, no. ¿Pero perforarme? Tal vez, pero es muy poco frecuente. Incluso en los que comen en competiciones.

Entonces, ¿qué les sucede a esos hombres? Joey Chestnut ganó el récord mundial por consumir 76 perritos calientes y panecillos en diez minutos en el 2021. ¿Cómo es posible?

E: Los estómagos somos increíblemente elásticos. Si nos dices que no podemos hacer algo, lo hacemos de todos modos. Y quizá el estómago de Joey Chestnut aún no haya alcanzado su capacidad límite.

¿Qué es eso?

E: Las personas que comen de forma competitiva teóricamente podrían consumir hasta 84 perritos calientes en menos de diez minutos antes de colmar su capacidad, según un estudio.

¿Todo el sodio de los perritos calientes no produce hinchazón?

E: No exactamente. La hinchazón se produce por un exceso de gas en el tubo digestivo o por una enfermedad como la gastroparesia, en la que el estómago se vacía con demasiada lentitud. Hay muchas razones.

Entonces, ¿la dieta no importa?

E: Sí, la dieta es muy importante. Solo tienes que elegir mejor. Evita los alimentos procesados, como el pan blanco, las galletas, los pasteles y los dulces; una dieta con alto contenido de fibra cambia mucho las cosas.

Y la fibra alimenta el microbioma, ¿verdad?

E: Podría ser. No lo sé. Tendrías que preguntárselo a los intestinos.

Espera, ¿el microbioma no se encuentra en el estómago?

E: No. Di la verdad: no sabes lo que es el microbioma.

Ni idea. Supuse que tenía algo que ver contigo.

E: Consulta con los intestinos. Pregúntales sobre... [baja la voz, mira a un lado y a otro] el gluten. Se dice que no lo pueden tolerar.

Los intestinos

spinner image Ilustración que muestra a los intestinos señalando la salida a un buzo que explora el cuerpo humano

El equipo de evacuación

Intestino delgado: ¿Eso es lo que ha dicho el estómago?

Yo: Sí. ¿No es eso...?

ID: Si tienes la enfermedad celíaca, debes evitar por completo el gluten. Sin embargo, se calcula que una cuarta parte de la población lleva una dieta sin gluten, cuando en realidad muy pocos necesitan hacerlo. Tenemos billones de microbios aquí abajo. Puedo tolerar un poco de gluten.

¿Billones?

Intestino grueso: Sin duda. Bacterias, virus, hongos, de todo. Todo lo que consumes contribuye a tu microbioma intestinal.

ID: Y esos microbios influyen en el nivel de azúcar en sangre y pueden ayudar a regular el colesterol.

IG: Es todo tan importante que solo... Me siento muy abrumado.

¿Se encuentra bien?

ID: El grandulón se emociona un poco. Nadie piensa en nosotros cuando se habla de emociones. Sin embargo, unos investigadores holandeses descubrieron que tenemos trece tipos de bacterias vinculadas a la depresión. Algunos microbios producen serotonina y dopamina, que regulan los estados de ánimo y las emociones. De modo que la próxima vez que te sientas triste, no recurras a lo que llamas “comida reconfortante”.

IG: Si un amigo estuviera triste, ¿le darías un puñetazo en la cara? Eso es lo que pasa cuando consumes alimentos ultraprocesados, como papas fritas, galletas o esas cosas crujientes de color naranja intenso.

Te entiendo. Entonces, ¿cuál es la verdadera comida reconfortante?

IG: Consume una variedad de plantas. Todos los cereales integrales, como los del pan integral o la avena, se consideran plantas. Las frutas, las verduras, los frutos secos e incluso las especias pertenecen a la categoría de plantas.

¿Y los suplementos probióticos?

IG: Los suplementos probióticos tienen que pasar por el estómago, que tiene una gran cantidad de ácido. La mejor opción son los alimentos fermentados, como el chucrut, el kéfir, el yogur y el miso. O los prebióticos, como las bananas, los espárragos, las manzanas y casi todas las hortalizas de raíz, que contienen algunos tipos de fibra que son muy favorables para el microbioma.

ID: También puedes intentar meditar. Unos investigadores estudiaron las heces de los monjes tibetanos y descubrieron que su microflora estaba enriquecida con bacterias vinculadas a un menor riesgo de ansiedad, depresión y cardiopatías.

Bien, debería dejarlos volver a trabajar.

IG: Te voy a echar de menos.

ID: ¿Podrías consumir alguna verdura para que este pobre muchacho pueda controlar sus emociones? 

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