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¿Hormigueo en las manos? ¿Dolor en los pies? 7 señales de advertencia de neuropatía que nunca debes ignorar

El trastorno puede deberse a diabetes, medicamentos, deficiencias vitamínicas y otras causas.


spinner image Una mujer masajea sus pies
Getty Images

No es inusual que la Dra. Eva Feldman, neuróloga, atienda a pacientes que sienten dolor o sensaciones extrañas en los pies. “Suelen decir: ‘Me duelen los pies, y el dolor es más intenso por la noche, cuando los cubren las sábanas’“.

Otra molestia frecuente que oye: “Siento como si me picaran insectos en la planta de los pies”, señala Feldman, profesora de Neurología en la Universidad de Míchigan.

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Feldman señala que un simple análisis de sangre suele revelar la causa: un nivel elevado de azúcar en sangre. El dolor y el hormigueo en los pies son los primeros síntomas de una afección llamada neuropatía periférica, que es una complicación frecuente de la diabetes.

En muchos casos, estos síntomas en los pies son “el primer signo claro y manifiesto de que el paciente tiene diabetes o prediabetes”, indica. Si se detectan muy temprano, tanto el dolor de pies como el aumento del nivel de azúcar en sangre a veces pueden revertirse antes de que se produzcan daños permanentes en los nervios, explica.

Según Feldman y otros expertos, este es un buen ejemplo del motivo por el cual es tan importante no ignorar ningún dolor, hormigueo, entumecimiento o debilidad en los pies o las manos ni otros síntomas que sugieran que podría tratarse de un tipo de neuropatía, un término genérico que abarca el daño a los nervios que se ramifican desde el cerebro y la médula espinal hacia el resto del organismo.

Algunos de estos nervios transportan las señales que nos permiten sentir, por ejemplo, que las manos están cerca de una estufa caliente o que los zapatos aprietan demasiado; otros les indican a los músculos que se muevan, o controlan procesos como la digestión y la presión arterial.

La neuropatía puede tener muchas causas, puede afectar un nervio o muchos, y puede tener distintos tratamientos y pronósticos variables. Es importante llegar a un diagnóstico para poder recibir la atención correspondiente, sugieren los expertos.

“La neuropatía puede ser un trastorno crónico que a veces se acompaña de ansiedad y depresión”, explica el Dr. Norman Latov, profesor de Neurología de la Facultad de Medicina Weill Cornell de Nueva York. “Comprender lo que tienes y saber lo que puedes esperar te ayuda a centrarte en lo que es necesario hacer y disminuye la preocupación y la ansiedad que produce el miedo a lo desconocido”.

Los síntomas varían, pero hay cuadros clínicos comunes

Según el tipo de neuropatía, los síntomas pueden incluir:

  1. Hormigueo o dolor en los pies o las manos. El dolor puede producir quemazón, congelamiento o punzadas y suele empeorar por la noche.
  2. Sensación de tener puestos calcetines o guantes invisibles.
  3. Sensación de debilidad o inestabilidad en los pies y las piernas.
  4. Sensibilidad extrema al contacto.
  5. Pérdida de equilibrio y coordinación.
  6. Calambres o espasmos musculares.
  7. Anomalías en el pulso o la presión arterial.
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A veces, cuando la neuropatía afecta un solo nervio, los síntomas se confinan claramente a una zona. Por ejemplo, la forma más común de neuropatía de un solo nervio, explica Feldman, es el síndrome del túnel carpiano. Ocurre como consecuencia de la inflamación o compresión del nervio mediano que va del antebrazo a la mano, lo que provoca entumecimiento, dolor y debilidad en la mano y la muñeca.

Si bien a veces se atribuye al uso excesivo de las muñecas y las manos, el síndrome del túnel carpiano puede desencadenarse por artritis, enfermedad tiroidea o lesión, según la Foundation for Peripheral Neuropathy.

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Cuando la neuropatía afecta muchos nervios, los síntomas se originan o son más graves en los pies en un 75% de los casos, según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares. Esto se debe a que en los pies terminan los nervios más largos y vulnerables del cuerpo, indica Feldman.

Lo más frecuente, dice, es que los síntomas se manifiesten con dolor en el pie, pasen a entumecimiento y suban por el pie y la pierna. Cuando los síntomas llegan a la parte inferior de la rodilla, el dolor y el entumecimiento suelen afectar también las manos. Algunas personas tienen entumecimiento sin dolor.

¿Tienes alguno de estos síntomas? Para la mayoría de las personas, la primera opción debería ser el médico de cabecera, sugiere Feldman. Un examen inicial suele incluir análisis de detección de diabetes, disfunción tiroidea, deficiencia de vitamina B12 y proteínas sanguíneas vinculadas a ciertas enfermedades inflamatorias.

Las personas que padecen las formas más comunes de neuropatía no suelen necesitar otros estudios de diagnóstico, sostiene. Sin embargo, algunas “señales de advertencia”, como los síntomas unilaterales, la debilidad o los síntomas que aparecen de forma repentina, justifican un examen a cargo de un neurólogo, señala el Dr. Gordon Smith, profesor de Neurología en la Universidad de Virginia Commonwealth. Ese examen puede incluir pruebas de la función nerviosa y muscular.

La diabetes es la causa principal, aunque no la única

Las causas de la neuropatía que afecta varios nervios pueden incluir:

  • Diabetes. Según la Asociación Americana de la Diabetes, cerca de la mitad de las personas diabéticas padecen algún tipo de neuropatía. Es la causa más frecuente de neuropatía periférica en todo el mundo, comenta Smith. En el caso de la diabetes tipo 2, es probable que el daño nervioso se deba al alto nivel de azúcar en sangre y “a los factores metabólicos que lo acompañan”, incluidos la obesidad, la alta presión arterial y el colesterol alto, explica.
  • Medicamentos. Los fármacos que se administran en la quimioterapia para el tratamiento del cáncer y otros trastornos, como el VIH, pueden causar lesiones nerviosas temporales o permanentes.
  • Deficiencia de vitamina B12. Este nutriente, que se encuentra en la carne, las aves, los huevos y el pescado, desempeña una función importante en la salud de los nervios. Los niveles pueden disminuir debido a una dieta deficiente o a una mala absorción de la vitamina B12 a causa de ciertas enfermedades o medicamentos.
  • Enfermedades autoinmunitarias. En trastornos como el síndrome de Sjögren (más conocido por sus síntomas de sequedad ocular y bucal), el lupus y la artritis reumatoide, el sistema inmunitario ataca partes del organismo, incluidos los nervios.
  • Infecciones. Muchas enfermedades infecciosas, como la COVID-19, la hepatitis C, la hepatitis B y la enfermedad de Lyme, pueden causar neuropatía. La culebrilla, causada por el virus del herpes zóster, a veces causa un dolor nervioso que persiste durante meses o años.
  • Alcohol y otras toxinas. “El alcohol es una toxina nerviosa, de modo que si se consume en exceso, sobre todo por quienes tienen un bajo nivel nutricional, puede dañar los nervios”, explica Latov. El mercurio, el plomo y el arsénico son otras toxinas nerviosas.
  • Genes. Algunos trastornos poco frecuentes, como la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, son tipos hereditarios de neuropatía.

En alrededor de la cuarta parte de los casos, no se encuentra ninguna causa subyacente. Sin embargo, muchas personas de ese grupo tienen los mismos factores de riesgo —como obesidad, nivel elevado de colesterol y alta presión arterial— que suelen presentar las personas con diabetes tipo 2, señala Smith. Por lo tanto, añade, los mecanismos subyacentes podrían ser similares.

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¿Se puede tratar la neuropatía?

Existen tratamientos para la neuropatía. Sin embargo, la mayoría tienen por objeto tratar las causas subyacentes y los síntomas. “En general, una vez que se establece que existe una neuropatía, es difícil revertirla”, explica Smith, pero con frecuencia se puede retrasar el daño.

Según los expertos, el tratamiento de las personas diabéticas incluye el control de la glucemia, además de cambios en la dieta y ejercicio físico para mejorar la salud metabólica en general. Las personas que padecen neuropatía en los pies deben consultar con un podiatra y establecer una rutina de cuidado de los pies para prevenir lesiones e infecciones, añade Feldman.

Algunos pacientes necesitan analgésicos, pero “no todos [los medicamentos] surten efecto en todos los pacientes”, señala Latov. Cuando un tratamiento no da resultado, dice, “es importante no rendirse y seguir intentándolo”.

La atención de la salud mental y la fisioterapia también pueden ayudar, según los médicos.

Prevención de la neuropatía

Es posible reducir los riesgos de muchas formas comunes de neuropatía. Mayo Clinic recomienda:

  • Consumir mucha fruta, verdura, cereales integrales y proteínas magras.
  • Consumir suficiente vitamina B-12. Algunas personas, incluidos los vegetarianos y los veganos, pueden necesitar alimentos enriquecidos o suplementos.
  • Hacer ejercicio con frecuencia, entre 30 minutos y una hora como mínimo, al menos tres veces por semana.
  • Evitar las sustancias químicas tóxicas, el tabaco y el consumo excesivo de alcohol, así como los movimientos repetitivos y las posturas encogidas que ejercen presión sobre los nervios.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades también recomiendan que todos los adultos mayores de 50 años se vacunen contra la culebrilla.

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