Vida Sana
Tina Ridler sabía que algo estaba mal el pasado octubre cuando notó que su pierna derecha estaba hinchada, adolorida y caliente.
Su médico sugirió que fuera a la sala de emergencias. Una ecografía reveló un coágulo de sangre grande —que se forma cuando los componentes de la sangre (glóbulos rojos, plaquetas y hebras de una proteína llamada fibrina) se unen—.
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Síntomas de coágulos sanguíneos
No todas las personas que tienen un coágulo de sangre experimentan síntomas.
Si tienes un coágulo en tu pierna o brazo, puedes notar:
- Hinchazón
- Dolor o sensibilidad
- Calor
- Enrojecimiento o decoloración
Los signos de una embolia pulmonar pueden incluir:
- Dificultad para respirar
- Ritmo cardíaco más rápido de lo normal o irregular
- Dolor o molestia en el pecho, que generalmente empeora al respirar profundamente o toser
- Tos o tos con sangre
- Presión arterial muy baja, mareos o desmayos
Estos signos y síntomas requieren atención médica inmediata.
Fuente: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC)
Este tipo de coágulo de sangre en la pierna, también conocido como trombosis venosa profunda, puede ser una emergencia médica. Los coágulos pueden desplazarse al pulmón y causar una embolia pulmonar, una complicación potencialmente mortal que impide que la sangre y el oxígeno fluyan a través de los pulmones, dice la Dra. Karol Watson, cardióloga y profesora de Medicina en la Facultad de Medicina David Geffen en UCLA.
Los coágulos también pueden formarse en otros lugares. Si se alojan en las arterias que suministran sangre al corazón, pueden causar ataques cardíacos. Si se quedan atascados en un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro, pueden causar derrames cerebrales.
Los médicos de Ridler le recetaron un anticoagulante oral directo de acción rápida para disolver el coágulo rápidamente.
"Cuando los médicos vieron mi ecografía, dijeron, 'Toma esto de inmediato'", recuerda Ridler, de 59 años, quien dirige una empresa de bienestar en Rochester, Minnesota. Su impresión fue que "no había tiempo que perder".
Cada año, hasta 900,000 personas en el país desarrollan un coágulo de sangre, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), incluidas entre 60,000 y 100,000 personas que mueren por este motivo. Los adultos mayores tienen un mayor riesgo de tener un coágulo.
La coagulación es un acto de equilibrio. Por ejemplo, el cuerpo forma coágulos cuando te cortas el dedo para detener el sangrado. El proceso de coagulación ayuda a crear una costra sobre la herida para proteger el cuerpo de los gérmenes y la suciedad. Si la sangre no coagulara en respuesta a una lesión, podrías desangrarte hasta morir. A medida que una lesión se cura, el cuerpo disuelve el coágulo de manera natural.
A veces, como en el caso de la trombosis venosa profunda, se forman coágulos dentro de los vasos sanguíneos incluso si no ha ocurrido ninguna lesión, y no se disuelven por sí solos. Cuando se forma un coágulo en una vena, puede bloquear el flujo de sangre que se dirige de regreso al corazón. Esto hace que el coágulo bloqueé la vena impidiendo que fluya la sangre y causando un aumento de presión, lo que resulta en el tipo de dolor e hinchazón que Ridler experimentó en su pierna.
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