Vida Sana
Puede parecer una nueva tendencia en el mundo de las dietas, pero la alimentación a base de plantas en realidad ha existido durante bastante tiempo —hablamos de milenios—. Y en cuanto a la definición, los expertos en salud dicen que es bastante sencilla.
“Una dieta a base de plantas es precisamente eso: un patrón dietético basado principalmente en alimentos vegetales integrales, como frutas, verduras, legumbres y granos integrales”, dice Liz Weinandy, dietista registrada en el Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio e instructora de práctica en Medicina Dietética.
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Eso no quiere decir que la carne esté prohibida en una dieta a base de plantas.
“La dieta puede contener productos animales, como carne, pescado, huevos y lácteos”, afirma Weinandy. “Pero el enfoque está en las plantas”.
En otras palabras, no es lo mismo que la dieta vegana (que solo permite alimentos a base de plantas) ni la vegetariana (que es como la vegana, pero incluye huevos y lácteos). Una dieta a base de plantas se parece más a los planes de alimentación pescetarianos (básicamente, una dieta vegetariana con mariscos) y flexitarianos (una dieta vegetariana con la inclusión ocasional de carne o pescado). Y las investigaciones sugieren que está siendo aceptada por un número creciente de personas que tienen sus propias razones para querer llenar sus platos con más alimentos a base de plantas y menos proteína animal.
Según una encuesta reciente de Nielsen, el 12% de los que respondieron dijeron que están probando el enfoque alimentario a base de plantas, que es superado solo por aquellos que eligen planes que se promocionan como saludables para el corazón (14%). El Programa de Comunicación del Cambio Climático de Yale encontró que el 63% de las personas en Estados Unidos están tratando activamente de comer menos carne roja. Muchas buscan mejorar su salud, mientras que otras eligen una dieta a base de plantas por preocupación por el bienestar de los animales o como una manera de reducir su huella ambiental.
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