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9 formas de desperdiciar menos alimentos en casa

Sencillos modos de economizar y proteger el medioambiente.


spinner image comida como vegetales, carne, frutas y queso tirada a la basura
Getty Images

Lillie Carlson suele cortar en rodajas y cubos los alimentos que comienzan a echarse a perder para hacer batidos o sopas, y hace poco utilizó las verduras que le sobraron de la crema de espinacas para hacer una frittata. También cultiva algunos de sus alimentos y utiliza las sobras para alimentar a los animales que tiene en su propiedad o para preparar abono.​

“No desperdicio nada”, dice esta maestra de 50 años de Hollywood, Florida. “La comida es muy cara. Desde la COVID-19, el costo de los alimentos para una familia de seis personas se ha triplicado”.

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Si te interesa economizar, llevar un estilo de vida más sustentable o favorecer el medioambiente, evitar el desperdicio de alimentos —incluso con pequeños detalles— puede producir un gran efecto.​

El país genera más de 66 millones de toneladas de residuos de alimentos al año, el 40% de los cuales se desperdician en el hogar, según la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA). Hasta el 40% de todos los alimentos que se producen para consumo humano en el país se desperdician, según la agencia.

“A todos nos gusta la comida”, señala Elaine Fiore, de Fort Lauderdale (Florida), fundadora de la Food Conservation Alliance y líder de la campaña nacional de la Semana de Prevención del Desperdicio de Alimentos. “Nadie se propone desperdiciar comida. La mayoría de la gente se siente mal cuando se desperdician alimentos. Se trata de cambiar la narrativa para considerar la comida como un recurso valioso”.

Los alimentos se pueden desperdiciar de muchas maneras: se echan a perder, se compran en exceso y se almacenan incorrectamente, por ejemplo. Según la EPA, los alimentos son el principal producto que termina en los vertederos. Reducir la cantidad de alimentos que acaban en los vertederos puede ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que los alimentos son uno de los principales contribuyentes del metano que generan y emiten los vertederos, según la EPA. También puede suponer un gran ahorro.

Los expertos aconsejan comenzar con pequeños pasos para cambiar los hábitos.

En primer lugar, “haz un control del desperdicio de alimentos: examina detenidamente los alimentos que se tiran en tu casa, el motivo y si se podrían haber consumido”, sugiere Nina Sevilla, defensora de los sistemas alimentarios sustentables del Natural Resources Defense Council (NRDC). “Algunas personas llevan un diario durante una semana. Después, determina la mejor intervención para tu situación”.

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Aquí encontrarás otros nueve consejos para comenzar:

1. Compra solo lo que necesites

Una de las causas del desperdicio de alimentos es la compra excesiva, explica Sevilla. Busca primero en tu despensa y refrigerador para ver lo que puedes preparar, y luego haz una lista de lo que necesitas comprar. Considera la posibilidad de hacer planes de comidas. Fiore sugiere utilizar lo que tienes en el refrigerador una vez por semana para hacer una comida con las sobras o los alimentos que hay que utilizar antes de que se echen a perder. El sitio web SavetheFood.com del NRDC ofrece herramientas digitales para planificar y preparar las comidas (en inglés). La calculadora Guest-imator (en inglés) de SavetheFood.com te ayuda a calcular la cantidad de comida que necesitas.​

2. Conserva los alimentos adecuadamente

¿Sabías que debes guardar los limones en el refrigerador? Y algunas frutas, como las bananas, las manzanas y las peras, deben guardarse por separado, porque al madurar desprenden gas etileno que acelera el deterioro de otras frutas y verduras que están cerca. Guarda los productos secos, como la avena y la harina, en recipientes herméticos para conservarlos frescos durante más tiempo y sin plagas. SavetheFood.com ofrece muchos consejos para guardar bien los alimentos.

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3. Congela con más frecuencia

Muchos tipos de alimentos —desde las bananas peladas hasta los arándanos y el pan— pueden congelarse para prolongar su período de consumo. Congela los alimentos racionados en recipientes herméticos. Coloca una etiqueta con la fecha y el contenido. Considera también la posibilidad de encurtir, deshidratar, enlatar o hacer mermelada con restos de alimentos o frutas y verduras sobrantes.

“Intento consumir todo, pero a veces no veo la rúcula que quedó oculta en un rincón”, dice Tracey Shafroth, de 68 años, quien vive en Douglas (Míchigan). Ella pone todos los restos de verduras en una bolsa grande con cierre en el congelador. Cuando se llena, hace caldo de verduras para sopa.

4. Etiqueta los alimentos que debes consumir primero

Reserva un recipiente con una etiqueta que diga “consumir primero” en el refrigerador o en la encimera de la cocina para los alimentos que debas consumir antes porque se echarán a perder pronto, como los frutos rojos y los tomates.

5. Utiliza todas las partes de los alimentos

Sé creativo. Utiliza restos de comida, cáscaras o frutas y verduras pasadas para hacer sopas, guisos, salteados, frittatas, pastelería o batidos. Las hojas verdes de la remolacha o la zanahoria pueden saltearse como guarnición. Las sobras se pueden transformar. Consulta estos tres recursos de recetas con restos de comida: SavetheFood.com del NRDC, el libro de cocina gratuito y digital Stop Food Waste Day, y el libro de cocina gratuito y descargable de Ikea The ScrapsBook: A Waste-Less Cookbook (enlaces en inglés).​

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6. Comprende las etiquetas con fechas

¿Te confunden las fechas que indican el día de vencimiento, de venta, de consumo óptimo y de consumo final de los alimentos? “Las fechas que aparecen en las etiquetas de los alimentos suelen ser el mejor cálculo que hacen los fabricantes del momento óptimo para consumirlos, pero tiene poco que ver con la seguridad alimentaria, salvo en el caso de las fórmulas para lactantes”, señala Sevilla. En cambio, ella sugiere recurrir a la prueba del olfato y el gusto para determinar si los alimentos son aptos para el consumo. Este año se ha propuesto ante el Congreso la simplificación y normalización de las etiquetas que indican la fecha de caducidad de los alimentos.

7. No temas consumir frutas y verduras imperfectas

Las frutas y las verduras que pueden estar magulladas o deformadas pueden ser tan nutritivas como otros alimentos, pero cuestan menos. “Los alimentos no tienen por qué parecer perfectos para tener buen sabor”, comenta Sevilla. Las empresas como Imperfect Foods, Misfits Market y Hungry Harvest te envían productos imperfectos a la puerta de tu casa.

8. Cultiva tus propios alimentos

Tanto si cultivas hierbas aromáticas en el alféizar de la ventana como si plantas árboles frutales en el jardín, si cultivas un huerto no tendrás que comprar tantos alimentos. Los alimentos cultivados en casa también tienen una menor huella de carbono. Si no tienes espacio para tener un huerto en casa, considera la posibilidad de participar en un huerto comunitario de tu vecindario.

Carlson, de Florida, tiene un gran huerto donde cultiva hierbas, verduras y árboles frutales, como mango, aguacate y lichi. No solo ahorra dinero al no comprar tanto en el supermercado, sino que también comparte su cosecha con vecinos y colegas. “Estoy alimentando a la comunidad”, dice. Hace poco, llevó 35 mangos a la escuela para compartir.

9. Empieza a preparar abono

Los restos de alimentos no comestibles, como las cáscaras de fruta, pueden convertirse en abono para ayudar en el crecimiento de nuevos alimentos y enviar menos desperdicios a los vertederos. El compostaje no es más que el proceso natural de descomposición de los restos de comida y otros materiales orgánicos en una tierra con abundantes nutrientes. Puedes preparar abono en tu jardín o en un recipiente sobre la encimera de la cocina. En todo California y en algunas ciudades, como Boulder (Colorado) y Seattle, hay servicio de abono en la acera. Hay empresas privadas que ofrecen servicios de recolección y envío de abono a domicilio en muchas zonas, como Compost Cab en Washington D.C., CompostNow en varias ciudades de cinco estados y Viva La Compost en Las Vegas. Consulta en tu localidad o en tu ciudad para conocer las opciones disponibles.

Shafroth, de Míchigan, no solo convierte en abono sus propios residuos, sino también los de dos vecinos. “Produce una gran cantidad de tierra increíble” que utiliza en un gran jardín para plantar verduras, flores y árboles frutales, señala. “Le estoy enseñando a mi nieto de tres años y medio todo sobre el abono y su magia”.

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