Vida Sana
Los hombres de este país están pasando por una sequía de amistades que lleva a una vida mucho más solitaria.
Pero no tiene que ser siempre así. Después de los 50 parecería que es complicado establecer conexiones, pero la actitud y las estrategias acertadas pueden ayudar a los hombres a descubrir nuevas amistades y a profundizar las que van entablando en cada etapa de la vida.
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Con frecuencia es tan solo cuestión de práctica. Todd Adams, de 52 años, de Elmhurst, Illinois, ha priorizado forjar amistades con otros hombres durante 20 años, desde que se dio cuenta tras una década de amistad que no sabía mucho sobre la vida personal de sus compañeros de la universidad. En ese entonces, Adams decidió que quería amistades más profundas y comenzó a reunir un grupo de hombres en la sala de su casa para conectarse de otras formas que no fuera con los deportes o el alcohol. Conocido en la actualidad como MenLiving (en inglés), el grupo organiza aproximadamente 400 encuentros virtuales y en persona por año para una creciente comunidad de unos 3,500 hombres.
“Existe una necesidad apremiante de amistades entre los hombres de todas las edades, pero en particular para los que se han jubilado”, dice Adams. “Tantos hombres me han dicho que cuando desaparece su ‘identidad’ como generadores de ingresos, también se desvanece el valor que sienten por sí mismos. Esa situación puede percibirse como muy alienante y solitaria”.
Las amistades masculinas decaen después de la jubilación
Los hombres del país están sufriendo una “recesión de amistades” (en inglés), según el Survey Center on American Life del American Enterprise Institute. La encuesta de esa organización halló que el porcentaje de hombres con al menos seis amigos íntimos cayó a la mitad en los últimos 30 años, del 55% en 1990 al 27% en el 2021. En el mismo período, el porcentaje de hombres sin ningún amigo íntimo aumentó cinco veces, del 3 al 15%.
Según la encuesta, hasta los hombres más sociables están teniendo dificultades. Cuando les pidieron reflexionar sobre sus interacciones sociales más recientes, solo el 30% de los hombres dijeron que habían tenido una conversación privada con un amigo en la que compartieron sentimientos personales, y solo el 21% dijeron que un amigo les había brindado apoyo emocional.
Hay mucho que perder sin amigos y mucho que ganar con tenerlos, dice el psicólogo clínico Marc Schulz, director adjunto del estudio de Harvard sobre el desarrollo de los adultos (Harvard Study of Adult Development). Este estudio, establecido en 1938, ha dedicado 86 años a seguir la vida de más de 700 hombres y sus descendientes para descubrir los determinantes biológicos y sociales de la felicidad.
“Los días en que pasaban más tiempo con otros, incluidos amigos y conocidos, se sentían más felices”, dice Schulz, coautor de The Good Life: Lessons From the World’s Longest Scientific Study of Happiness.
La felicidad, o la falta de ella, afecta la salud física también. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el aislamiento social aumenta considerablemente el riesgo de muerte prematura y se asocia con mayores riesgos de demencia, enfermedad cardíaca, derrame cerebral y depresión. Hasta puede ser mortal. Los hombres mayores de 50 representaron más de un tercio de todas las muertes por suicidio, y los hombres mayores de 75 tienen un índice más alto de suicidio que cualquier otro grupo de edad o género, según los CDC.