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Medicamentos y suplementos que pueden aumentar la tensión arterial

Descubre cuáles son los medicamentos —recetados o de venta libre— y suplementos que pueden contribuir a la hipertensión.


spinner image Ilustración de un tubo en forma de corazón y varios medicamentos bajan por el
NICK FERRARI

Casi la mitad de los adultos en Estados Unidos y 3 de cada 4 personas mayores de 60 años tienen presión arterial alta. Esto supone que 119.9 millones de personas corren el riesgo de sufrir cardiopatías, derrames cerebrales o daños renales, cerebrales u oculares —e incluso muerte prematura— a causa de la hipertensión.

Sin embargo, un estudio realizado en el 2021 con más de 27,500 adultos reveló que el 18.5% de las personas hipertensas tomaban uno o más medicamentos que podrían estar elevando su presión arterial. Casi el 15% de las personas con presión arterial normal hacían lo mismo, según informó el Dr. John Vitarello, médico especialista en Enfermedades Cardiovasculares de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia y principal investigador del estudio.

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En otro estudio del 2020 publicado en Pharmacological Research, el profesor Alex Odermatt, subdirector del departamento de Ciencias Farmacéuticas de la Universidad de Basilea (Suiza), expresó su preocupación por el hecho de que las interacciones entre fármacos y enfermedades, específicamente "los medicamentos que favorecen la hipertensión o atenúan los efectos de la terapia antihipertensiva, no suelen ser reconocidas por los profesionales médicos como factores que contribuyen a la hipertensión secundaria". Y añadió: "El uso personal de ciertos suplementos herbales, agentes de venta libre o psicoestimulantes asociados con el aumento de la presión arterial hace que las evaluaciones individuales sean aún más necesarias".

¿Qué medicamentos no deben tomarse en caso de hipertensión?

Analgésicos  y tratamientos para la migraña

Toda persona con hipertensión debe tener cuidado al seleccionar los analgésicos de venta libre, en particular los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno y el naproxeno. La Asociación Americana del Corazón (AHA) advierte que los AINE aumentan el riesgo de infarto de miocardio o derrame cerebral con el uso prolongado de dosis altas. Además, las personas que padecen enfermedades cardiovasculares corren un riesgo aún mayor.

Los AINE de venta con receta —como la indometacina, que se utiliza para aliviar el dolor de la artritis— pueden provocar la retención de sodio como un efecto secundario. Esto puede reducir la eficacia de los medicamentos recetados para reducir la presión arterial.

Los triptanes son los fármacos que se recetan con más frecuencia para aliviar las cefaleas migrañosas agudas. Dado que los triptanes contraen los vasos sanguíneos —algo que puede aumentar la presión arterial—, no se recomiendan para las personas con hipertensión no controlada y enfermedades relacionadas. 

Los anticuerpos monoclonales contra el péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP) son fármacos inyectables para el alivio de la migraña que, según informes, elevan la presión arterial en algunos pacientes. Sin embargo, dado que la autorización de la FDA es muy reciente, no se han recopilado datos suficientes para determinar el nivel de este riesgo o qué tipos de pacientes pueden verse afectados, dice el Dr. Morris Levin, profesor de Neurología de la Universidad de California en San Francisco y jefe de la División de Medicina de Cefaleas. 

"Esto no significa que las personas con migrañas que tienen hipertensión no vayan a obtener alivio", dice Levin. "Varios medicamentos de venta con receta destinados a prevenir las migrañas también controlan la hipertensión arterial. Entre ellos figuran los betabloqueantes, los bloqueantes de los canales de calcio y los bloqueantes de los receptores de angiotensina". 

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Descongestionantes

Si te has preguntado por qué muchos descongestionantes nasales se encuentran en la sección de acceso restringido en la farmacia, esta es una de las razones: muchos de ellos incluyen la recomendación de consultar al médico antes de usarlos si se tienen antecedentes de hipertensión arterial o cardiopatías, entre otros trastornos.

Los ingredientes principales de muchos descongestionantes de venta libre contraen los vasos sanguíneos de la nariz y los senos paranasales. Desgraciadamente, también contraen los vasos sanguíneos de todo el cuerpo, lo que puede provocar un marcado aumento de la presión arterial en personas con hipertensión grave o no controlada.

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Anfetaminas, estimulantes

La anfetamina, un estimulante psicomotor prescrito para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), la obesidad y los trastornos del sueño, es un fármaco que puede aumentar rápida y agudamente la presión arterial al contraer los vasos sanguíneos. La hipertensión acelerada es uno de los principales peligros del consumo recreativo y autoadministrado de anfetaminas y cocaína.

Corticoesteroides

Los esteroides orales —una forma de corticoesteroides— se utilizan en el control y el tratamiento de numerosos trastornos médicos. Al reducir las sustancias químicas que causan inflamación y la actividad del sistema inmunitario, ayudan a reducir la inflamación y afectan el funcionamiento de las células sanguíneas.

Los esteroides se prescriben para tratar la artritis reumatoide, la gota, el lupus, el asma, la rinitis alérgica, la urticaria, los trastornos infecciosos e inflamatorios, las enfermedades alérgicas y autoinmunes, el shock, la enfermedad intestinal inflamatoria, los trastornos neurológicos, la anemia, los trastornos cutáneos y la prevención del rechazo de injertos u órganos, entre otros usos.

Si te has preguntado por qué muchos descongestionantes nasales se encuentran en la sección de acceso restringido en la farmacia, esta es una de las razones: muchos de ellos incluyen la recomendación de consultar al médico antes de usarlos si se tienen antecedentes de hipertensión arterial o cardiopatías, entre otros trastornos.

Los ingredientes principales de muchos descongestionantes de venta libre contraen los vasos sanguíneos de la nariz y los senos paranasales. Desgraciadamente, también contraen los vasos sanguíneos de todo el cuerpo, lo que puede provocar un marcado aumento de la presión arterial en personas con hipertensión grave o no controlada.

Anfetaminas, estimulantes

La anfetamina, un estimulante psicomotor prescrito para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), la obesidad y los trastornos del sueño, es un fármaco que puede aumentar rápida y agudamente la presión arterial al contraer los vasos sanguíneos. La hipertensión acelerada es uno de los principales peligros del consumo recreativo y autoadministrado de anfetaminas y cocaína.

Corticoesteroides

Los esteroides orales —una forma de corticoesteroides— se utilizan en el control y el tratamiento de numerosos trastornos médicos. Al reducir las sustancias químicas que causan inflamación y la actividad del sistema inmunitario, ayudan a reducir la inflamación y afectan el funcionamiento de las células sanguíneas.

Los esteroides se prescriben para tratar la artritis reumatoide, la gota, el lupus, el asma, la rinitis alérgica, la urticaria, los trastornos infecciosos e inflamatorios, las enfermedades alérgicas y autoinmunes, el shock, la enfermedad intestinal inflamatoria, los trastornos neurológicos, la anemia, los trastornos cutáneos y la prevención del rechazo de injertos u órganos, entre otros usos.

Por desgracia, los esteroides pueden causar o agravar la hipertensión, especialmente cuando se utilizan en dosis elevadas durante más de dos semanas. Los corticoesteroides como la prednisona pueden provocar retención de sal y agua y pérdida de potasio. El cambio resultante en el equilibrio electrolítico provoca retención de líquidos y aumento de peso o hinchazón, y la presión arterial aumenta. Las personas con factores de riesgo de hipertensión alta o que se encuentran al borde de la hipertensión pueden ser más propensas a presentar este trastorno mientras toman prednisona.

Quienes tienen hipertensión no controlada no deben tomar corticoesteroides si pueden evitarlo, y los pacientes que actualmente toman corticoesteroides deben hablar con su proveedor de atención médica sobre las alternativas.

La yohimbina, que se prescribe para la impotencia, no debe ser tomada por ningún hombre con diagnóstico de hipertensión o con riesgo de hipertensión. Las personas que toman corticoesteroides en dosis altas durante un período prolongado deben controlar su presión arterial al menos una vez al mes después de iniciar ese tratamiento. 

Medicamentos en discusión

La investigación de otras categorías de medicamentos de venta con receta que pueden aumentar la presión arterial —o tener una interacción negativa con los medicamentos para controlar la tensión arterial— representa un campo minado de complejidades sobre lo que se debe hacer, lo que no se debe hacer y lo que tal vez se deba hacer. Entre ellos se encuentran los inmunosupresores, los estimulantes del sistema nervioso central, los fármacos orales e inyectables contra la obesidad, los inhibidores de la angiogénesis, los medicamentos para tratar enfermedades autoinmunes y algunos fármacos para combatir el cáncer.

Qué suplementos evitar si eres hipertenso 

Los suplementos a base de plantas son naturales. Pero ¿son seguros? Hay tres en particular que deben evitarse.

Hierba de San Juan

La hierba de San Juan (St. John’s wort) está asociada con el aumento de la presión arterial y la aceleración de la frecuencia cardíaca. Puede causar interacciones muy graves y potencialmente peligrosas con múltiples medicamentos y afectar su eficacia. La mezcla de hierba de San Juan (en inglés) con antidepresivos ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) puede provocar en cuestión de minutos un síndrome serotoninérgico potencialmente mortal, que causa hipertensión arterial y taquicardia. 

Cómo bajar la presión arterial

Raíz de regaliz

Ingerir cantidades excesivas de regaliz (licorice root) durante días o semanas puede provocar efectos secundarios graves, incluidos ataques cardiacos. El Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral (NCCIH) advierte que el consumo de raíz de regaliz en grandes cantidades o durante largos períodos puede suponer un riesgo para las personas con hipertensión.

Ginseng

El ginseng se utiliza en la medicina tradicional china desde hace más de 5,000 años. El centro de toxicología National Capital Poison Center advierte que tanto el ginseng asiático como el americano pueden provocar cambios en la presión arterial. El Hospital Mt. Sinai de la ciudad de Nueva York advierte que "las personas con hipertensión no deben tomar productos a base de ginseng asiático sin la supervisión de su médico".

Cómo evitar tomar medicamentos que aumentan la tensión arterial 

  • Busca en PIMsPlus (www.pimsplus.org), que es una base de datos de medicamentos recetados y de venta libre que mantiene la Universidad McMaster de Hamilton, Ontario, donde se publican recomendaciones, basadas en datos comprobados, sobre medicamentos potencialmente inadecuados para los adultos mayores. Se trata de un recurso completo y fiable, actualizado periódicamente por farmacéuticos especializados en adultos mayores.
  • Provee a cada uno de tus médicos información completa sobre los medicamentos que tomas, incluidos los de venta libre y los suplementos. Los pacientes que acuden a varios médicos no deben dar por sentado que cada uno de ellos sabe lo que hacen los otros. La comunicación entre los proveedores de atención médica es una buena forma de determinar si es necesario recurrir a tratamientos alternativos. Si no es posible la comunicación directa, los pacientes deben intentar llevar su historial médico a la consulta o solicitar que los médicos compartan los expedientes electrónicos.
  • Siempre que sea posible, acude a una sola farmacia y familiarízate con tu farmacéutico. Si utilizas varias farmacias, asegúrate de que cada una de ellas tenga un registro de todos tus medicamentos, incluso de los que te dan como muestra. De ese modo, al surtir las recetas se alertará automáticamente a los farmacéuticos si un medicamento puede ser inadecuado para tu régimen farmacológico. 

"Si tomas medicamentos para varios problemas de salud, como hipertensión, artritis y diabetes, la consulta con un farmacéutico de atención a ‘adultos mayores’ puede ser beneficiosa", aconseja Chad Worz, farmacéutico y director ejecutivo de la American Society of Consultant Pharmacists (ASCP). "Ellos evaluarán todos los medicamentos que toma una persona para intentar garantizar el uso adecuado, eficaz y seguro".

Como defensores de las personas mayores, estos farmacéuticos están especializados en identificar, resolver y prevenir problemas relacionados con las interacciones de los medicamentos. Si es necesario hacer cambios —recurrir a un medicamento alternativo, recetar una dosis más baja o interrumpir un fármaco por completo porque otro medicamento está cumpliendo su función—, los farmacéuticos especializados en la atención de adultos mayores también notificarán sus conclusiones y recomendaciones al médico de atención primaria del paciente, explica Worz. "Colaboran con los médicos de cabecera a fin de identificar la mejor combinación de medicamentos que logre resultados y mejore la calidad de vida".

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