Vida Sana
A la vez que las personas en el país se preparan para un posible aumento en los casos de COVID-19 causado por la propagación de la subvariante BA.2 de ómicron, los expertos están monitoreando otra versión del virus, un híbrido de las variantes delta y ómicron.
La variante conocida informalmente como déltacron, y AY.4/BA.1 por los científicos, se ha detectado en unos pocos países, incluidos Francia, Dinamarca, Bélgica, Alemania y los Países Bajos. Un estudio preimpreso muestra (en inglés) que también se han reportado algunos casos en Estados Unidos.
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Pero a pesar de sus infames padres y de su llamativo nombre, déltacron —que en realidad es un término genérico para una cepa que conlleva características genéticas de las variantes delta y ómicron— no parece presentar una gran amenaza en este momento, dicen los expertos. Actualmente circula “a niveles muy bajos”, dijo Maria Van Kerkhove, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en una conferencia de prensa reciente.
Según GISAID, una base de datos internacional de secuencias virales, se han reportado alrededor de 75 casos de AY.4/BA.1 en todo el mundo. Esto sugiere que cualquier aumento en las infecciones que se están registrando en Europa y en otros lugares es “muy poco probable que provenga de una variante déltacron”, dice Ross Kedl, profesor de Inmunología y Microbiología en la Facultad de Medicina Anschutz de University of Colorado.
Sin embargo, “se está vigilando muy de cerca”, dice Richard Kennedy, profesor de Medicina y codirector del Vaccine Research Group en Mayo Clinic.
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