¿Es una infección de transmisión sexual o algo más?

Las ITS son prevenibles y tratables, pero las investigaciones sugieren que muchas personas mayores desconocen su riesgo, y eso les impide hacerse pruebas de detección y practicar sexo seguro.

"Los adultos mayores pueden subestimar su riesgo de contraer ITS porque tienen un conocimiento limitado sobre la transmisión de las ITS, sus signos y síntomas, y cómo prevenirlas", dice Matthew Lee Smith, profesor de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Texas A&M y miembro del cuerpo docente del Centro para la Salud Comunitaria y el Envejecimiento. "Esto puede surgir de una falta de educación sexual formal durante la escuela primaria y secundaria y de oportunidades limitadas para aprender y hablar sobre la salud sexual. Subestimar el riesgo, junto con un riesgo limitado de embarazo, puede llevarlos a no usar condones para prevenir las ITS".

Signos y síntomas de una ITS

Llagas o picazón alrededor del área genital, secreción vaginal o del pene y sexo doloroso: todos estos pueden ser signos de una ITS. Pero hay otros síntomas que son más sutiles o imitan otras enfermedades, lo que hace que sea fácil pasar por alto, ignorar o minimizar una ITS por completo.

"Dado que el cuerpo de la persona está luchando contra una bacteria o un virus, una ITS puede provocar, entre otros, síntomas similares a los de la gripe (fiebre, escalofríos y dolores corporales), diarrea, micción frecuente o erupciones cutáneas", dice Smith. Y como estos no son síntomas exclusivos de una infección de transmisión sexual, muchas personas los ignoran o asumen que son causados por algo más, explica Smith.

Además, una gran parte de las ITS pueden ser asintomáticas, lo que significa que ocurren sin signos ni síntomas, señala Smith. "Esto significa que la persona podría no saber que tiene una ITS y seguir participando en actividades sexuales que pueden transmitir la ITS a otros", dice.

Para complicar aún más las cosas, los síntomas de una ITS pueden confundirse con los de otras afecciones relacionadas con la edad, como algunos síntomas comunes de la menopausia.

"Uno de los desafíos que enfrentan los adultos mayores es que hay muchas cosas que pueden afectar el área genital, desde afecciones comunes como las infecciones urinarias hasta enfermedades graves como el cáncer", afirma Dowler. "Es una de las razones por las que es tan importante tener un diálogo abierto con tu proveedor sobre tus riesgos y las pruebas regulares para detectar ITS".

Eso es especialmente cierto en el caso de los adultos mayores, quienes pueden sufrir consecuencias graves por una ITS. Por ejemplo, "una nueva infección de herpes puede resultar en una hospitalización por meningitis", dice Dowler. "Muchos de los cánceres de cabeza y cuello que vemos ahora son provocados por una antigua infección por el VPH que se ha quedado en el cuerpo. Esperar a que los síntomas pasen nunca es una buena idea".  

Cuándo acudir al médico

El mejor momento para hacerte una prueba de detección de ITS es antes de tener relaciones sexuales, no después.

"Cualquier persona que tenga una nueva pareja, o cuya pareja tenga nuevas parejas, necesita hacerse pruebas regulares para detectar ITS", dice Dowler. "Antes de empezar una nueva relación, es crucial hacerte una prueba para asegurarte de no transmitir accidentalmente una infección a tu pareja".

Y no esperes a que tu médico sugiera que te hagas pruebas de detección de ITS o inicie una conversación sobre sexo. Una investigación publicada en el 2023 en The Lancet determinó que solo el 17% de los adultos mayores en EE.UU. hablaron con sus médicos sobre temas sexuales en los últimos dos años; el 61% de estas conversaciones fueron iniciadas por el paciente.

Claro, hablar sobre sexo con tu proveedor de atención médica no es una de esas cosas que se vuelven más fáciles con la edad. Pero los médicos están bajo tantas restricciones de tiempo ahora que el tema puede pasarse por alto, dice Dowler. "Mientras tanto, el médico supone que el paciente no es sexualmente activo, no tiene preocupaciones sobre el tema o no está en riesgo porque no lo mencionó", agrega.

La conversación no debería terminar con tu proveedor de atención médica, dice Smith. Todos, sin importar la edad, "también deberían preguntar a sus posibles parejas si tienen una ITS, cuándo fue la última vez que se hicieron una prueba de detección de ITS y si usan protección de manera sistemática con sus parejas", explica. "Aunque estas conversaciones con los proveedores de atención médica y las parejas pueden ser incómodas para todos los involucrados, son extremadamente importantes para identificar riesgos, generar confianza y protegernos unos a otros de las ITS".