Vida Sana
Según un estudio de reciente publicación (en inglés), quienes solían dormir seis horas o menos por noche a los 50, 60 y 70 años tuvieron cerca de un 30% más de probabilidades de padecer demencia que quienes dormían siete horas. Este mayor riesgo se mantuvo incluso cuando los científicos tuvieron en cuenta la salud física y mental, así como el riesgo genético de padecer la enfermedad de Alzheimer.
Otros estudios revelaron vínculos entre los problemas del sueño y la demencia, pero esta relación aún no resulta clara. Sin embargo, la investigadora principal Séverine Sabia le dijo a AARP que este informe ofrece una ventaja especial sobre los anteriores.
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“Casi todos los estudios anteriores se realizaron con personas de 65 años o más”, explicó Sabia, epidemióloga del French Institute of Health and Medical Research (INSERM), en París, y en University College London, en Inglaterra. “Lo novedoso de este estudio es que su largo período de seguimiento nos permitió evaluar el vínculo entre la duración del sueño a los 50 años y el riesgo de padecer demencia en la edad adulta”.
Lo que los investigadores hallaron fue un “vínculo sistemático entre un sueño persistentemente reducido entre los 50 y los 70 años y un mayor riesgo de demencia”, según Sabia.
Dormir poco podría ser lo que produce la enfermedad
Si bien los científicos han reconocido desde hace tiempo el vínculo entre la alteración del sueño y la demencia (en inglés), no han logrado resolver un acertijo crucial: ¿los problemas del sueño contribuyen a la aparición de la demencia o podrían ser una señal temprana de que hay algo anómalo en el cerebro?
Si bien el estudio de Sabia no lo resuelve de forma definitiva, sugiere claramente que un sueño persistentemente reducido en la mediana edad podría ser un factor clave de la demencia décadas después, según el Dr. Brendan Lucey, profesor adjunto de Neurología en la Facultad de Medicina de Washington University y experto en la relación entre el sueño y la enfermedad de Alzheimer.
“Comenzaron a controlar la calidad del sueño muchos años antes de que aparecieran síntomas y tal vez antes de que se gestara gran parte de la patología”, explicó. “No es un estudio definitivo, pero en mi opinión revela datos convincentes de que quienes duermen poco podrían correr un mayor riesgo”.
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