Vida Sana
Entre las muchas responsabilidades de los cuidadores familiares está asegurarse de que se satisfagan los requisitos nutricionales de su ser querido y que la comida se provea de una manera segura y adaptada a sus necesidades.
Rachel Hiles, de 36 años, conoce bien esta responsabilidad: durante siete años cuidó a su abuela con demencia al tiempo que manejaba su propio negocio.
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Al principio, su abuela, Barbara Hiles, podía realizar tareas básicas, como preparar un sándwich. Pero a medida que su estado se fue deteriorando, el nivel de cuidados que necesitaba aumentó, lo cual forzó a Rachel a idear formas innovadoras de evitar percances relacionados con la comida.
Barbara se había caído algunas veces en la cocina y en una ocasión había llenado la casa de humo tratando de cocinar. Para evitar que esto volviera a suceder, Rachel pensó que si las ollas y las sartenes estaban escondidas, a su abuela no se le ocurriría usar la estufa.
La solución que le dio resultado a Rachel podría no resolver las necesidades de todos los cuidadores. Para investigar esto, consultamos a Siera Holley, una dietista de pacientes ambulatorios en el Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio. Ella compartió algunos consejos para cuidadores de adultos mayores que ayudarán a promover la salud nutricional y la seguridad alimentaria.
1. Ajusta el plan nutricional de tu ser querido a su situación específica.
Es importante trabajar con un médico de atención primaria o un dietista, porque todo problema de salud puede afectar grandemente las necesidades nutricionales de una persona.
Al hacer las compras del supermercado, considera las alergias o intolerancias alimentarias y otros requisitos nutricionales, como poco sodio, mucha proteína, vitaminas y minerales. Generalmente, los cuidadores deben optar por proteínas magras y limitar los alimentos muy procesados con alto contenido de grasas saturadas, sodio y azúcar agregado, dice Holley.
Para quienes tienen problemas de fuerza o movilidad, considera el envase del alimento. Si es difícil de abrir, es poco probable que la persona lo coma.
2. Consulta a un patólogo del habla y el lenguaje si hay problemas para masticar o tragar.