Vida Sana
“¡He aquí el elixir de la vida!”, dice en broma Joan Mannick mientras me deja caer en la palma de la mano una pastilla brillante de color salmón. Es RTB101, un medicamento desarrollado por la compañía de biotecnología de Mannick, con sede en Boston, que podría cambiar para siempre el futuro del envejecimiento.
Sentí un fuerte impulso de tomármela. Algunos fármacos similares han extendido la vida de un sinnúmero de gusanos, moscas de la fruta y ratones, al desacelerar un proceso ancestral de envejecimiento. Pero, a diferencia de la mayoría de otras sustancias prometedoras que han surgido y desaparecido, esta ha demostrado que funciona en otra especie notable: los humanos.
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En estudios con más de 900 personas realizados por Mannick y su equipo, el RTB101 y otros fármacos similares fortalecieron los sistemas inmunitarios en proceso de envejecimiento, disminuyeron el riesgo de enfermedades respiratorias y es probable que hayan reducido el riesgo de infecciones urinarias. Una versión del RTB101 podría obtener la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) a partir del 2021 para evitar una de las amenazas contra la salud relacionadas con la edad: los resfriados invernales, la gripe, la neumonía, y otras infecciones de las vías respiratorias que hacen que más de un millón de adultos mayores acudan al hospital cada año y causan la muerte de más de 75,000. Algunos estudios destinados a probar este medicamento para prevenir la enfermedad de Parkinson están programados para más adelante este año, y se considera realizar más investigaciones en algún momento en el futuro para analizar su efecto en la reducción de la insuficiencia cardíaca.
La ciencia del envejecimiento se ha puesto repentinamente de moda, y el RTB101 es una de las celebridades. Es la estrella más famosa en la actual búsqueda de un medicamento que extienda la vida saludable, una búsqueda apoyada por el poco conocido programa Interventions Testing Program (ITP) (en inglés) de los Institutos Nacionales de la Salud, financiado con dinero de los contribuyentes. El ITP ha estado experimentando discretamente con compuestos que se cree extienden la longevidad de ratones y gusanos en tres grandes laboratorios en todo el país. Uno de los secretos mejor guardados de las investigaciones sobre el envejecimiento, el ITP —que recibe $4.7 millones al año— también ha desmentido algunas grandes tendencias del antienvejecimiento, entre ellas el té verde, la cúrcuma y el resveratrol.
Pero el RTB101 ha dado muestras de ser bastante prometedor, como otros medicamentos parecidos. Un número sin precedentes de compuestos para combatir el envejecimiento provenientes de laboratorios de todo Estados Unidos están actualmente camino a ensayos clínicos con seres humanos por primera vez.
“Esta es la tormenta perfecta en la ciencia del envejecimiento”, dice el Dr. Nir Barzilai, director fundador del Institute for Aging Research del Albert Einstein College of Medicine de la Universidad Yeshiva en el Bronx, Nueva York. “Está pasando de todo. Tenemos las bases de décadas de estudios con animales. Estamos listos para hacerlos con personas”.
El objetivo principal es frenar el envejecimiento mismo y evitar la acumulación de los problemas crónicos de salud, la demencia y la fragilidad que nos afectan a casi todos con los años. “Quiero que los 85 sean los nuevos 65”, dice Mannick, directora médica y cofundadora de resTORbio, la compañía que está desarrollando el RTB101.
No se trata de vivir más, sino de vivir mejor
La necesidad es enorme. En diez años, aproximadamente una de cada cinco personas de Estados Unidos será mayor de 65 años, y tres de cada cuatro presentarán dos o más problemas de salud serios. Al menos una de cada cuatro puede esperar tener lapsos de memoria y confusión de razonamiento, mientras que una de cada diez sufrirá de demencia.
“Actualmente, los médicos no terminan de resolver las enfermedades crónicas de los adultos mayores: tratas una y aparece otra”, afirma el Dr. Felipe Sierra, director de la División de Biología del Envejecimiento del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento. “En su lugar, el objetivo es combatir el envejecimiento mismo, el principal factor de riesgo de casi todas las enfermedades graves.”
Si bien estos medicamentos también podrían extender la longevidad, los expertos dicen que ese es un efecto secundario y no el verdadero objetivo. “Las personas no quieren vivir más tiempo”, observa el Dr. S. Jay Olshansky, profesor de Salud Pública e investigador del envejecimiento de University of Chicago. “Quieren estar fuera de la zona roja, los años en que la salud y la calidad de vida se deterioran considerablemente. Un medicamento que desacelere el proceso biológico del envejecimiento será una revolución médica comparable con el descubrimiento de los antibióticos. Quien sea que diseñe el primero será muy, muy famoso”.
Por lo tanto, no es de sorprender que Mannick diga: “Me pasé la noche en la mesa de la cocina con una hoja de papel, un lápiz y los datos en bruto”, refiriéndose a un estudio que realizó en el 2012 y está ampliamente considerado como el primer ensayo sobre el envejecimiento de los seres humanos. Los resultados fueron emocionantes. Las personas mayores que tomaron RAD001, un medicamento similar al RTB101, tuvieron una respuesta más marcada a una vacuna contra la gripe. Su sistema inmunitario tenía aspecto más joven, con menos células T agotadas (una característica tristemente frecuente en el envejecimiento llamada "inmunosenescencia"). “Esta fue la primera prueba de que si nos concentramos en una vía en los seres humanos, podríamos tener un verdadero efecto en cómo envejecemos.”
Esbelta y vestida informalmente con una falda de algodón, medias pantalón y zapatos bajos, la Dra. Mannick me dice que está por cumplir 60 años. Ve su propio envejecimiento como una maravilla para alegrarse. “Me miro en el espejo y pienso, ¡guau! mi cuerpo es totalmente diferente ahora. Es muy interesante”, dice, cortando el aire con las manos para enfatizar su idea.
Especialista en enfermedades infecciosas graduada de la Facultad de Medicina de Harvard, camina rápido en una caminadora todos los días y por lo general sigue una dieta sana, un hábito que le inculcó su madre, consciente de la buena nutrición. De hecho, su pasión personal por la ciencia del envejecimiento aumentó a medida que vio envejecer a sus padres. “Crecieron en familias similares en el oeste y el medio oeste. Ambos fueron atletas en la universidad, ambos estudiaron en la Facultad de Medicina de Harvard y vivieron en el mismo ambiente durante las décadas de su matrimonio”, dice.
"Pero han envejecido de forma totalmente diferente. Los dos tienen 90 años. Mi padre es robusto y enérgico; mi madre es frágil y tiene demencia. Nuestra sociedad, nuestras compañías farmacéuticas y la profesión médica no están abordando todo este sufrimiento que se presenta cuando las personas envejecen. Pero yo amo a las personas mayores en mi vida. Si podemos hacer algo con respecto al envejecimiento, no debemos ignorarlo.”
En el invierno del 2015, Ken Butterfield, de 67 años, se tomaba una pastillita cada mañana como parte de un ensayo clínico realizado por resTORbio. En el estudio se analizaron los efectos de varias dosis de RTB101, algunas mezcladas con un segundo medicamento, en las infecciones respiratorias en 652 adultos de 65 años o más.
“No me gusta enfermarme”, dice este trabajador social de salud mental jubilado e instalador de refrigeradores comerciales del norte del estado de Nueva York. “La posibilidad de tener menos resfriados invernales fue lo que me convenció.” No le preocupaba tomar un medicamento experimental. “He participado en ensayos clínicos antes, por lo que me sentí seguro”, añade. “El primero fue de un refuerzo de la vacuna contra la viruela justo después de los ataques del 11 de septiembre. Había una amenaza de viruela, estaba muy viejo para prestar servicio militar y quería ayudar a otras personas.”
Ni Butterfield ni resTORbio saben si tomó RTB101 o un placebo; los resultados son “ciegos” para evitar el riesgo de sesgo de la información. Sin embargo, estadísticamente, las personas que tomaron 10 miligramos diarios de RTB101 tuvieron un 31% menos de infecciones respiratorias (incluidos resfriados, gripe, bronquitis y neumonía). También presentaron un 52% menos de infecciones graves. A las personas con asma les fue incluso mejor, ya que tuvieron un 68% menos de infecciones. “Sus defensas antivíricas aumentaron”, afirma Mannick.
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