Vida Sana
La pandemia de COVID-19 provocó un aumento en las jubilaciones tempranas; algo que llegó a denominarse la Gran Dimisión. Una nueva investigación (en inglés) del Banco de la Reserva Federal de Nueva York sugiere que, al igual que ocurre con muchos aspectos de la cultura pospandémica, puede haber un efecto persistente en el mercado laboral del país.
El estudio descubrió lo que los investigadores de la Reserva Federal denominan "un cambio persistente en las expectativas de jubilación", ya que la proporción de trabajadores que afirmaban que era probable que siguieran trabajando a tiempo completo más allá de los 62 años cayó del promedio de 54.6% en los seis años anteriores a la pandemia al 45.8% en marzo del 2024.
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Es el porcentaje más bajo desde el 2014, cuando la Reserva Federal de Nueva York lanzó su Encuesta de expectativas del consumidor, de la que se extraen los datos. El estudio constata un descenso similar, aunque menos pronunciado, de las personas que prevén trabajar más allá de los 67 años, que pronto se convertirá en la edad plena de jubilación (FRA) para el Seguro Social.
“No está claro qué factores o combinación de factores están provocando este descenso persistente”, escriben los investigadores. Sí plantean algunas posibilidades, por ejemplo, la preferencia de los adultos mayores por el trabajo a tiempo parcial, la incertidumbre sobre la esperanza de vida tras la pandemia, o un mayor optimismo en que el aumento de los salarios los ayude a cumplir sus objetivos de ahorro para la jubilación.
Otras encuestas recientes han puesto de manifiesto que algunos trabajadores, sobre todo los de la Generación X que se acercan a la edad de jubilación, prevén tener que trabajar más tiempo para llegar a fin de mes. Alicia Munnell, directora del Centro de Investigación sobre Jubilación de Boston College, se muestra "muy sorprendida" por las conclusiones de la Reserva Federal de Nueva York.
“Normalmente, las personas dicen que van a trabajar para siempre”, afirma. “No sé cuánto peso poner en la historia del trabajo a tiempo completo o parcial, y no estoy segura de que sea realmente un asunto de confianza. Ojalá pudiera decir algo brillante sobre este cambio en la manera de pensar”.
Si te encuentras entre quienes están considerando jubilarse anticipadamente, recuerda que renunciar a un trabajo a tiempo completo también significa renunciar a los ingresos de un trabajo a tiempo completo. He aquí cinco aspectos clave que debes tener en cuenta, y planificar para que la jubilación temprana te funcione.
1. Aún no puedes inscribirte en Medicare
Decenas de millones de jubilados dependen de Medicare para cubrir la mayor parte de sus gastos de salud. Pero la mayoría de las personas no tienen derecho a Medicare hasta que cumplen 65 años. Si dejas tu trabajo y tu seguro médico grupal antes de esa fecha, tendrás que buscar otra forma de obtener cobertura, que probablemente te costará más que el plan subvencionado que tenías en el trabajo.
“Los empleados cubiertos están acostumbrados a pagar las primas a través de sus nóminas y a obtener tarifas más atractivas”, afirma Rob Williams, director gerencial de planificación financiera, ingresos de jubilación y gestión de patrimonios del Centro Schwab de Investigación Financiera, pero puede que no sea así en el mercado privado”. Pero si te jubilas, necesitas algún otro tipo de puente hasta poder acceder a Medicare para el cuidado de salud”.
Lo que puedes hacer: Tienes opciones para construir ese puente, pero querrás determinar el costo y tenerlo en cuenta en tu presupuesto de jubilación temprana, dice Williams.
Por ejemplo, es posible que puedas mantener el plan de salud de tu empleador en virtud de COBRA, pero a diferencia de lo que ocurría en tu época laboral, es probable que tengas que pagar la prima mensual completa. Otra opción es obtener cobertura a través del mercado de la Ley del Cuidado de la Salud a Bajo Precio (ACA). Las aseguradoras bajo la ACA están obligadas a cubrir las enfermedades preexistentes y proporcionar varios tipos de atención preventiva, incluidas muchas de las vacunas, sin costo alguno.
Las personas con ingresos limitados pueden obtener primas reducidas en los planes de la ACA. Las personas con ingresos muy bajos pueden optar a Medicaid; en la mayoría de los estados, el umbral es el 138% del nivel federal de pobreza, es decir, $18,750 por la cobertura individual y $25,250 para una pareja en el 2024.
Si no tienes derecho a Medicaid y no puedes permitirte un plan de salud privado, es posible que puedas recibir la atención médica que necesitas en un centro de salud comunitario. Hay más de 1,300 en todo el país, que cobran en función de los ingresos. La Administración de Recursos y Servicios de Salud dispone de una herramienta en línea (en inglés) que puedes utilizar para encontrar un centro de salud cerca de ti.
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