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Los latinos y la jubilación: respuesta a siete preguntas clave

Desde solicitar el Seguro Social hasta considerar la jubilación anticipada, estas son las cosas que debes saber.


spinner image una tarjeta del seguro social, una de medicare y dinero en efectivo con signos de interrogacion
AARP (Fuente: Getty Images (7))

Cuando comienzas a considerar jubilarte surgen muchas preguntas, y es esencial abordarlas de frente. En muchas familias, las tradiciones y expectativas culturales generan preocupaciones específicas, y todo puede agobiarte mentalmente.

Esta incertidumbre está generalizada en los hogares hispanos. Según el 2023 Survey of Household Economics and Decisionmaking (SHED, Encuesta de Economía del Hogar y Toma de Decisiones del 2023 —en inglés—), realizada por la Reserva Federal, solo el 21% de los adultos hispanos no jubilados consideran que sus ahorros para la jubilación están bien encaminados. Se trata de la proporción más baja de todos los grupos raciales y étnicos. Esto podría reflejar las disparidades en el acceso a las opciones de ahorro: según un informe de AARP del 2022 (en inglés) el 64% de los trabajadores hispanos no tienen acceso a un plan de ahorros jubilatorios en el lugar de trabajo.

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También hay influencias culturales en juego: en una encuesta del 2021 (en inglés) realizada por el Employee Benefits Research Institute, los hispanos de todos los niveles de ingresos fueron considerablemente más propensos que sus contrapartes blancos no hispanas a decir que, en orden de prioridades, apoyar económicamente a familiares y amigos era más importante que ahorrar para la jubilación.

Pero volvamos a ti. No importa en qué punto del camino hacia la jubilación te encuentres, es fundamental evaluar tu situación individual y armarte con información. Aquí encontrarás respuesta a siete preguntas que los latinos en Estados Unidos se plantean con frecuencia cuando comienzan a hacer planes para la jubilación.

Para crear esta lista, analizamos datos de búsqueda de Google para encontrar las preguntas más frecuentes en español e inglés en los EE. UU. sobre temas de jubilación y qué artículos y recursos de AARP se ofrecían como respuestas a esas preguntas.

1. ¿Cuánto puedo cobrar en beneficios del Seguro Social si me jubilo a los 62 años?

Probablemente esta sea una de las preguntas más frecuentes, porque es la edad más temprana a la que puedes solicitar beneficios y la edad a la que, según el informe SHED del 2019 de la Reserva Federal, se ha jubilado el 55%de los trabajadores hispanos. Pero jubilarse a los 62 años significa aceptar un trago amargo: tu pago mensual se reducirá hasta en un 30% menos de forma permanente.

Supongamos que cumplirás 62 años en el 2025 y que el beneficio completo calculado por el Seguro Social según tu historial de ganancias a lo largo de tu vida es de $1,800 al mes. Si esperas hasta la edad plena de jubilación —en tu caso, 67 años— recibirás ese beneficio. Si solicitas el Seguro Social a los 62, tu beneficio será de $1,260.

Por ese motivo —dejarías cientos de dólares sobre la mesa cada mes por el resto de tu vida—, muchos expertos financieros recomiendan esperar al menos hasta la edad plena de jubilación. Y muchos aconsejan que es mejor esperar hasta cumplir los 70 años, ya que de ese modo recibirás el beneficio mensual máximo.

Tan importante como entender de qué modo la edad afecta el beneficio es saber que el Seguro Social nunca fue diseñado para ser la única fuente de ingresos de un jubilado (de hecho, el programa está diseñado para reemplazar, en promedio, alrededor del 40% de los ingresos laborales).  Según las proyecciones de la Administración del Seguro Social, la media del beneficio anual para un beneficiario hispano en el 2030 será de aproximadamente $16,600, en comparación con aproximadamente $22,600 para el resto de los beneficiarios en general.

Tu propio beneficio se calculará en base a cuánto dinero has contribuido al sistema durante tus 35 años de mayores ingresos. Puedes usar la calculadora de Seguro Social de AARP para estimar tus beneficios futuros, o crea una cuenta gratuita My Social Security en SSA.gov para ver tus beneficios proyectados si presentas la solicitud a distintas edades.

En resumen:  tal vez tengas problemas de salud, financieros o familiares que te obliguen a decidir jubilarte temprano, pero es importante conocer las consecuencias de jubilarse a los 62 años (incluido el hecho de que todavía te faltan tres años para poder recibir Medicare) y sopesar cuidadosamente los pros y los contras. El Centro de recursos sobre el Seguro Social, de AARP es un buen lugar para comenzar. Allí encontrarás respuesta a más de 200 preguntas sobre los beneficios y servicios del Seguro Social.

2. ¿Puedo cobrar el Seguro Social si vivo fuera de Estados Unidos?

La respuesta corta es sí, en la mayoría de los casos puedes recibir beneficios del Seguro Social si vives en el extranjero. Esa es una buena noticia si tus planes de jubilación —o los de tus padres— incluyen regresar al país de origen, donde puedes beneficiarte de un costo de vida más bajo, atención médica más asequible o una familia que pueda ayudar con posibles necesidades de cuidado.

Pero antes de empacar las maletas —y esperar que tus beneficios de jubilación te sigan—, hay algunas cosas que debes saber:

  • Si eres ciudadano de Estados Unidos, puedes seguir cobrando tus beneficios en casi todos los países (la única excepción en América Latina es Cuba, adonde las entidades estadounidenses no pueden enviar pagos debido a sanciones del Departamento del Tesoro).
  • Las reglas son diferentes para quienes no son ciudadanos de Estados Unidos. En este caso, la Administración del Seguro Social (SSA) puede terminar los pagos seis meses después de que te mudes, a menos que regreses por un mes calendario completo (y puedas documentar la estadía). Sin embargo, hay excepciones a esta regla, y tus beneficios de jubilación pueden continuar si cumples con ciertos requisitos. Usa la herramienta de evaluación de pagos en el extranjero (en inglés) del Seguro Social para confirmar que cumples con los requisitos para seguir recibiendo pagos.
  • En la mayoría de los países y territorios (en inglés), los beneficios del Seguro Social pueden depositarse directamente en un banco local. Si no tienes una cuenta bancaria local, la SSA puede depositar tus beneficios en una tarjeta Direct Express. Puedes obtener más información en USDirectExpress.com o llamando al 800-333-1795.

En resumen: las reglas para recibir el Seguro Social en el extranjero pueden ser complicadas, especialmente para quienes no son ciudadanos estadounidenses. Si tú o los miembros de tu familia tienen la intención de jubilarse en el extranjero, investiga tu situación a fondo. La publicación de la SSA Your Payments While You Are Outside the United States (Tus pagos mientras estás fuera de los EE.UU. —en inglés—) contiene información detallada sobre requisitos y condiciones.

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3. ¿Cuál es el gasto más grande en la jubilación?

Nadie puede saber con certeza cuál será tu mayor gasto en la jubilación, pero los profesionales financieros señalan regularmente los tres gastos principales: atención médica, vivienda y cuidados a largo plazo.

  • Cuidado de la salud: a medida que envejecemos, nuestro cuerpo necesita más cuidados. Fidelity Investments estima que el estadounidense promedio que cumple 65 años en el 2024 gastará $165,000 de su bolsillo en atención médica durante su jubilación. En la comunidad hispana también hay una mayor incidencia de enfermedades crónicas, como la diabetes, lo que puede suponer una atención más exhaustiva y costos más elevados.
  • Vivienda: ya sea que estés pagando un alquiler o una hipoteca, la vivienda sigue siendo un gasto importante en la jubilación, y este gasto está aumentando más rápido que la inflación en general. Para los propietarios, los impuestos sobre la propiedad, el seguro de la propiedad y el mantenimiento aumentan los costos. Casi un tercio de las familias latinas viven en un hogar multigeneracional, a menudo con diversos arreglos para compartir los costos, los que pueden verse afectados cuando un miembro de la familia se jubila.
  • Cuidados a largo plazo: los servicios para familiares mayores o con enfermedades crónicas pueden resultar muy costosos. Según Genworth, una compañía de seguros que realiza el seguimiento del costo de los cuidados a largo plazo, la media del costo anual de contratar un asistente de salud en el hogar por 20 horas a la semana es de alrededor de $34,000; para una habitación en un hogar de ancianos, es más de $100,000. Tradicionalmente, en muchas familias latinas ha habido una preferencia por el cuidado familiar, lo que puede ahorrar en los costos del cuidado formal pero a menudo significa la pérdida de salario cuando los miembros de la familia se toman licencia del trabajo para cuidar a un ser querido.
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En resumen: algunos costos pueden ser más bajos durante la jubilación (ya no hay que viajar al trabajo, por ejemplo, y hay exenciones impositivas para las personas de 65 años o más), pero los ingresos probablemente sean más bajos. Cuanto más claramente entiendas tu situación específica y los costos que conlleva, mejor preparado estarás para ahorrar y presupuestar para satisfacer tus necesidades. Usa la Calculadora de jubilación de AARP para obtener una estimación personalizada de cuánto necesitarás para jubilarte en el momento y en la forma que deseas.

4. Estoy considerando jubilarme antes para cuidar a un ser querido. ¿Cómo puedo proteger mi propia seguridad financiera?

Si tienes entre 40 y 50 años, es probable que estés en tus años pico de ingresos. Tomarse un tiempo libre o dejar la fuerza laboral por completo puede significar perder salarios sustanciales y beneficios proporcionados por el empleador, tales como el seguro de salud y las contribuciones complementarias a un plan 401(k). Antes de decidirte por la jubilación temprana, explora todos los beneficios laborales que puedas tener que te permitirían equilibrar tus responsabilidades como cuidador y tu trabajo.

Por ejemplo, en nueve estados y en el Distrito de Columbia es obligatorio brindar licencia remunerada a los trabajadores que necesitan tomarse un tiempo libre para el cuidado; otros cuatro estados están implementando programas similares en los próximos años. Según la Ley Federal de Licencia Familiar y Médica (FMLA), los trabajadores en todo el país que cumplen con ciertos requisitos pueden tener hasta 12 semanas de licencia no remunerada por cuidados familiares sin poner en riesgo su trabajo. Algunos lugares de trabajo tienen programas de asistencia para empleados que ayudan a los trabajadores a equilibrar las obligaciones laborales y de cuidador.

Después, explora qué ayuda está disponible para ayudarte a cuidar a tu ser querido. Pídeles a los miembros de tu familia, amigos u otras personas de confianza que te ayuden, y explora los programas y servicios comunitarios que proporcionan cuidado de relevo y recursos de salud, legales o financieros. Las guías de recursos de AARP para el cuidado familiar, disponibles en varios idiomas, pueden ayudarte a localizar estos servicios, establecer un plan de cuidado y hacer el seguimiento de tus finanzas por separado, independientes de las de tu ser querido.  

En resumen: continuar trabajando es la mejor manera de proteger tu seguridad jubilatoria. Antes de decidirte por la jubilación anticipada, explora el Centro de recursos para el que cuida, de AARP, donde encontrarás consejos prácticos sobre cómo manejar tu situación. También puedes llamar a nuestra línea gratuita de recursos para cuidadores, 877-333-5885 (888-971-2013 para español) para obtener apoyo personal y recursos sobre una variedad de temas de cuidado.

5. Estoy considerando contratar un asesor financiero para que me ayude con la jubilación. ¿Por dónde debería empezar?

La tarea de encontrar ayuda financiera profesional que sea adecuada para ti puede parecer abrumadora: ¿qué tipo de profesional necesito? ¿Cómo puedo obtener consejos que sean confiables y a la vez asequibles? Estas son algunas sugerencias para comenzar.

  • Encuentra a alguien que te entienda. Busca un planificador financiero que entienda las sutilezas culturales y las prioridades financieras de tu hogar. De ese modo, es más probable que la orientación que recibas sea sensible a las dinámicas y los valores familiares —por ejemplo, brindar apoyo a parientes cercanos— que pueden ser importantes para ti. Ten en cuenta que esto puede llevar tiempo: solo el 3.2% de los planificadores financieros certificados (CFP) son latinos.
  • Investiga. Las recomendaciones personales dentro de la comunidad pueden ser un lugar valioso donde comenzar la búsqueda de alguien que tenga experiencia con clientes hispanos, pero siempre debes asegurarte de hacer tu propia investigación. Puedes usar la herramienta BrokerCheck (en inglés) de la Autoridad Reguladora de la Industria Financiera (FINRA) para investigar el historial y la experiencia de los asesores y las empresas que estás considerando.
  • Verifica las credenciales. La designación CFP (planificador financiero certificado), otorgada por una junta sin fines de lucro, es un estándar ampliamente reconocido para profesionales que brindan asesoramiento sobre inversiones, presupuestos y jubilación. Los requisitos incluyen tres años de experiencia en planificación financiera y aprobar un examen de 170 preguntas que dura seis horas.
  • Asegúrate de que se dé prioridad a tus intereses. Trabaja con un planificador que sea fiduciario. Esto significa que está legalmente obligado a actuar pensando en tu mayor beneficio y no anteponer su propio beneficio personal (por ejemplo, recomendar un producto financiero específico porque le paga una comisión más alta).

En resumen: contratar un planificador financiero puede aliviar significativamente las complejidades de la planificación de la jubilación. La herramienta de planificación Let's Make a Plan (Hagamos un plan —en inglés—) de la Junta de CFP te permite buscar planificadores financieros certificados por ubicación y especialidad (por ejemplo, el cuidado de ancianos o la planificación de la jubilación). La herramienta Interview an Advisor (en inglés) de AARP, puede ayudarte a prepararte para aprovechar al máximo la primera reunión con un asesor potencial.

6. ¿Cuándo puedo retirar dinero de mi 401(k) o cuenta IRA sin pagar penalidades?

Puedes empezar a retirar “distribuciones calificadas” de tus cuentas de ahorros para la jubilación a los 59 años y medio. La multa del 10% por lo que el IRS considera retiros anticipados se elimina a partir de ese punto, aunque todavía deberás pagar impuestos sobre el dinero que retires de una cuenta IRA tradicional o de un plan 401(k). (Si tienes una cuenta Roth IRA, puedes retirar el capital en cualquier momento sin pagar impuestos ni multas. Después de los 59 años y medio, puedes retirar las ganancias de una cuenta Roth IRA sin penalización siempre y cuando hayas tenido la cuenta por lo menos durante cinco años.

Pero si te estás haciendo esta pregunta, es posible que estés considerando una jubilación temprana. La mayoría de los profesionales financieros aconsejan en contra de ello. No solo es probable que debas pagar impuestos y penalidades sobre el dinero, sino que también estarás reduciendo tus ahorros y retirando fondos que podrían generar ganancias compuestas.

En otras palabras, por mucho que necesites el dinero, el retiro temprano de una cuenta de jubilación por lo general es una forma costosa de obtenerlo.

Las leyes federales y la política del IRS permiten algunas excepciones a la penalidad. Por ejemplo, puedes retirar periódicamente hasta $1,000 de una cuenta de jubilación para “gastos de emergencia personales o familiares”, o una cantidad mayor en caso de dificultades financieras “inmediatas y graves” que surjan de una emergencia médica, un desastre natural, abuso doméstico o amenaza de desalojo o ejecución hipotecaria, entre otras causas.

En resumen: en la mayoría de las circunstancias, tendrás que esperar hasta cumplir 59 años y medio si tienes la intención de retirar dinero de tu 401(k) o tu cuenta IRA sin pagar penalidades. En su lugar, considera usar otros ahorros (los planificadores recomiendan crear un fondo de emergencia para este tipo de ocasiones), pedir ayuda a la familia o tomar un préstamo de tu plan 401K en vez de hacer un retiro.

7. Si todavía estoy trabajando a los 65 años, ¿en qué momento me inscribo en Medicare?

Es bueno preguntar sobre los 65 años, porque para la mayoría de las personas esa es la edad en que obtienen acceso a Medicare (si bien las personas con discapacidades pueden tener acceso antes). Pero si todavía estás trabajando, es posible que puedas retrasar la inscripción sin incurrir en las penalidades que Medicare aplica por no inscribirse a tiempo.

Funciona de esta manera:

Si trabajas para una empresa que tiene al menos 20 empleados y ofrece seguro de salud, puedes posponer la inscripción en Medicare hasta que finalice tu empleo o termine la cobertura que obtienes a través de ese empleador. Lo mismo sucede si estás cubierto a través del trabajo de tu cónyuge en una empresa de tamaño similar. Cuando la cobertura en el lugar de trabajo (o la de tu cónyuge) termina, tienes hasta ocho meses para inscribirte en Medicare (ese plazo se conoce como período especial de inscripción).

Las reglas son diferentes para empresas más pequeñas. Si tu empleador emplea a menos de 20 personas, puede exigirte que te inscribas en Medicare a los 65 años. En este caso, Medicare se convierte en el asegurador principal (lo que significa que los proveedores de servicios de salud le facturan primero), y el plan del trabajo pasa a ser secundario. Si esta es tu situación, pregúntale a tu empleador cómo maneja este asunto bastante antes de cumplir los 65 años.

Si te estás inscribiendo a los 65, tienes una ventana de siete meses. Este período inicial de inscripción abarca los tres meses antes del mes en que cumples 65 años, el mes de tu cumpleaños y los tres meses después. Entonces, si tu cumpleaños es el 15 de abril, tu período inicial de inscripción es del 1.° de enero al 31 de julio.

Si comenzaste a recibir el Seguro Social antes de cumplir 65 años, quedarás inscrito automáticamente en la Parte A de Medicare (cobertura hospitalaria) y en la Parte B (seguro médico) a esa edad. En la mayoría de los casos, las primas se deducirán directamente de los pagos del Seguro Social.

En resumen:  debes familiarizarte con tus opciones de Medicare y con las reglas que rigen tu situación laboral con suficiente antelación. Si no te inscribes durante el período correspondiente, deberás pagar de por vida una fuerte penalización por inscripción tardía. Visita la herramienta de preguntas y respuestas sobre Medicare de AARP o Medicare.gov para obtener información detallada sobre la inscripción, los requisitos y otras cuestiones, o comunícate directamente con Medicare al 800-MEDICARE (800-633-4227; para español, presiona 8).

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